El ritmo de desarrollo en innovación de materiales continúa, especialmente aquellos fabricados a partir de recursos considerados sostenibles y aquellos rescatados de flujos de residuos. En el 2024, se espera un aumento en la utilización de estos materiales en el diseño de nuevos productos, ya que los diseñadores buscan crear productos con una mayor sensibilidad a los materiales. Este enfoque va de la mano con el impulso de reducir el impacto de nuestro consumo en los sistemas planetarios, particularmente en el contexto de la crisis climática.
Clientes y consumidores más informados, junto con regulaciones más estrictas, exigirán mayor transparencia sobre el origen de los materiales, buscando justificación para su implementación, así como garantías de trazabilidad y un bajo impacto a lo largo de su vida útil. La respuesta de los diseñadores será acortar las cadenas de suministro, optando por materiales apropiados regionalmente, cosechados o extraídos más cerca del lugar de producción.
Si bien la uniformidad del producto puede ser ideal para artículos como televisores, teléfonos y lavadoras, en la producción masiva de productos utilizando materiales naturales, la mentalidad de uniformidad y perfección prevalece. Existe una creciente preocupación de que eliminar las peculiaridades de un árbol, las estrías de una roca o las imperfecciones en una piel animal simplemente genere desperdicio innecesario.
En el 2024, se espera que la apreciación por la imperfección estética crezca, respaldada por marcas líderes que adopten esta sensibilidad.
Los diseñadores buscarán reducir la compleja interacción entre diferentes tipos de materiales utilizados en la producción. La motivación es crear productos donde las partes puedan desmontarse y separarse más fácilmente para su reparación o reciclabilidad.
A medida que la circularidad se convierte en una realidad, surgirá una ‘estética circular’, donde los productos serán valorados por su uso eficiente y singular de materiales, fijaciones expuestas y acabados ‘naturales’ que respeten el material.
En el 2024, se anticipa un aumento en la adopción de la certificación B Corp por parte de más fabricantes. Esta certificación, que evalúa criterios rigurosos de sostenibilidad y responsabilidad empresarial, se está convirtiendo en un estándar valorado por las empresas.
En cuanto a las ferias comerciales, el 2024 podría ser un año determinante. La presión sobre las marcas para participar en estas ferias, considerando los costeos y esfuerzos significativos, se combinará con la creciente conciencia sobre la necesidad de reducir los residuos generados por la construcción de stands. La llamada a una mayor humildad de marca y la adopción de una estética circular en los diseños de stands podrían transformar la experiencia de las ferias comerciales.
Barcelona | Madrid
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